Por estas razones No Hay casos de emprendedores exitosos tipo Zuckerberg en Latinoamérica

 



La respuesta se centra en una palabra clave: exit. Tal como significa la traducción de la palabra, se refiere a una salida. 

En terminos financieros, un exit son las vías que tiene un inversor para recuperar o efectivizar lo que invirtió en etapas temprana de la compañía. 

Esta posibilidad, la de liquidar las inversiones, marcan la diferencia entre conseguir capital, llevar un emprendimiento a consolidarse, o sencillamente morir como negocio y  acabar con los sueño de un emprendedor. 

Las salidas o exit, forman parte de la hoja de ruta de la vida de una empresa, y permite al emprendedor conseguir equilibrar el respaldo financiero que necesita la empresa, junto con tiempo para cumplir el compromiso asumido para con los inversionistas, el de conseguir el punto de equilibrio después de masificar el producto o servicio del negocio. 

En Latinoamérica, lograr dar los primeros pasos en pos de consolidar un mercado significa la muerte financiera del emprendimiento, y es que la cultura de los inversionistas y, las rutas para la capitalización de los negocios es escasa, aquí si no vendes para que la empresa pueda pagar las facturas y el personal, además de entregarle ganancias a los socios, sencillamente fracasas. 

Para poder ejemplificar este planteamiento veamos el caso de Facebook y, para simplificar todo tomaré como referencia lo visto en la película La Red Social (2010). 

El emprendedor -Mark Zuckerberg- se consigue a dos perfiles distintos de inversionistas. Eduardo Saverin con la concepción del típico inversionista latinoamericano quién buscó desde el primer momento vender publicidad dentro de Facebook y, con ello conseguir ingresos, por otro lado,  el perfil del inversionista norteamericano, Sean Parker quién conocía la ruta por la cual debe transitar un negocio escalable y de grandes proporciones. 

En la misma línea de ideas, está el caso de Apple. Si bien el producto creado por Wozniak y Jobs era un aparato que revolucionó al mundo, fue gracias a Mike Markkula, primer inversionista de Apple, a quién se le debe que la empresa despegara, siendo él, no sólo quién proporcionó los 250mil dólares iniciales para capitalizar el negocio, sino también, quién guió a Steven Jobs a transitar la ruta para que otros inversionistas, fondos de inversión, fondos de capitales de riesgo pudieran aportar el dinero necesario para que el negocio arrancara verdaderamente. 

Y es que intentando vender placas para construir "computadoras personales", la empresa nunca llegaría a ser lo que fue en sus inicios y mucho menos lo que hoy representa. 

Ahora, es de resaltar que tanto Markkula como el resto de los inversionistas compredieron las potencialidades del producto que tenía en sus manos Jobs y Apple,  pero también es necesario señalar que los ahora accionistas deseaban cumplir su plan financiero, el de conseguir mayor capitalización y, además poder conseguir una rentabilidad gigantesca, no esperando las ganancias por la venta de las computadoras, sino en un el exit por medio de una Oferta Pública Inicial o I.P.O por sus siglas en ingles. 

Si ambos casos se hubieran presentado en Latinoamérica, el de Apple o Facebook, la humanidad se hubiera privado de conocer a estos dos emprendedores, así como se hubiera cohibido de contar con Iphone, Ipod, Redes Sociales, o computadoras personales. 

En el caso de Jobs, sabríamos del caso de algún hombre con dinero, quién le hubiera ofrecido un sueldo mínimo o los trabajadores iniciales de Apple, buscando de esta manera robarle el talento humano para replicar el producto, pero por si fuera poco, lo único que hubiera ofrecido como oficinas, fuera  un espacio de otro garaje mas amplio. 

Esa nueva empresa fracasaría a los dos años, después de haber saturado el mercado de ventas de placas electrónica de la ciudad donde se fundó,o quizás, de otras dos ciudades cercanas. 

Aunque siendo más optimistas, al año y medio, ese inversor latinoamericano pudo haber buscado hacer las paces con ese Jobs latino, para ver que otra idea revoluionaria le pudiera robar, viendo que el negocio de las placas  de computadoras se estancó. 

Pot otro lado, un Zuckerberg latino, sólo le tocaría terminar de vender su participación de un Facebbok creado en Latinoamérica a Eduardo Saverin  después de pasar algunos meses sin tener ingresos personales, obligando así por las necesidades, el cender su participación de la empresa a su socio capitalista, quién le ofrecería algunas limosna para concretar la retirada del fundador. 

En ese caso,  Facebook se convertiría a mediano plazo en un blog de noticia tipo wordpress o un foro más de la web de la época. 

Y es que otro de los motivos por el cual, hay grandes diferencias entre los emprendimientos -de cualquier sector- entre EE.UU y Latinoamérica, es el hecho de la ausencia de la asignación de un sueldo digno para los fundadores de un emprendimiento, todo para evitar la descapitalización del proyecto, acto que obliga a abortar la consolidación del mercado de la idea genial en un negocio prematuro.

El bootsrapping, o hacer negocio sobre la marcha, es otro de los errores que obligan los inversionistas en LATAM, hecho que si bien, permite establecer una valoración bajo la fotografía actual del proyecto, al obligar a forzarse a entrar a la competencia del crudo mercado, termina perjudicando a muchos de los emprendimiento, pues no se consolida plenamente, es allí cuando podemos citar las lineas del guión de La Red Social donde Sean Parker dice: "Un millón de dólares no es genial ¿saben lo qué sí lo es? Una valoración de mil millones". 

"Cuando van a pescar pueden atrapar muchos peses o un gran pez" La Red Social (2010)

Ahora, para conseguir una valoración de una empresa de esa magnitud, el emprendimiento debe contar con un mercado de igual o mayor tamaño y, una estrategia que permita dominarlo. 

En Latinoamérica, los inversionistas iniciales sí saben sobre el concepto del exit, pero, el deseo de hacer training a corto plazo con las acciones de la empresa, en el mercado extrabursatil prevalece, pues saben que las rentabilidades son enormes y honestamente lo que menos les interesa es formar parte algo mucho mas grande. 

Otro de los problemas existentes, es la dificultad de hacer  I.P.O en las bolsas locales, pues de llegar a sobrevivir para tal fin,  la poca liquidez de las mismas en comparación a wall Street, no permitiría que viéramos capitalizaciones de grandes magnitudes, y de llegar a ocurrir, de seguro una o varias movidas pícaras habrían sacado al fundador de cualquier emprendimiento de ser el presidente o C.EO de la empresa. 

No es que en Latinoamérica no existen jovenes brillantes con capacidades intelectuales de inventivas e innovación, sí hay mujeres y hombres con esos talentos, lo que no existe son las condiciones para capitalizar bajo condiciones favorables una empresa. 

Otra cosa que sí existe, es que sólo en EE.UU un jovencito Mark Zuckerberg, cuente con el apoyo de un Parker para vincularlo con fondos como los de Peter Thiel, o que un Markkula confiara en la visión de un montón de jóvenes hippies para invertir. 

En Latinoamérica, si el emprendedor no cuenta con abolengo, así el joven cuente con currículum intachable,  las posibilidades de conseguir inversiones son escasas. 

En USA los inversores además de creer en los emprendimientos, también contribuyen a la cultura de ser mentores de los jóvenes. 

Por todo esto No vemos un Steven Jobs o Mark Zuckerberg en Latinoamérica. 




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